LOS NUDOS DE LA EXISTENCIA


Un encuentro pactado en el barrio "Carlos Bonilla" terminó definiendo el itinerario. Mañana partiremos Jorge, Anny y yo, en el camión 350, rumbo a Barinas. El martes saldrá Simplicio con otro viajante. Si salimos a las 9 de la mañana ya a media tarde estaremos en casa de Yasín, hermano de Jorge, donde recogeremos cocina, cava y algunas cosas más. Recorreremos algunas playas de ríos y probaremos la comida local. Al día siguiente partiremos buscando la carretera a Apure, pasando por Puerto de Nutrias. Hace muchos años estuve en Libertad de Barinas, con varios amigos, incluyendo la siempre riente Mireya Camacho. Recuerdo las extensas playas de arena en uno de sus ríos, y en su orilla un grupo musical con la bandola llanera como protagonista. Ahí aprendí a tomar el jugo de patilla.

Esta decisión es muy conveniente, ya que no nos obliga a salir de madrugada y nos pondrá en la via de los llanos del sur, que es mi gran esperanza. Tengo una imagen de los llanos por su música de arpa, cuatro y maracas -el corrido llanero, el pasaje-, las referencias a Rómulo Gallegos -apenas he leído una de sus obras- y los relatos de Chávez. Pero todo es una masa imaginaria que debería tener una forma definida cuando estemos recorriendo esas tierras, o pantanos. Tengo deseos de conocer San Fernando , comer su comida, pasar por el río Apure.

Al parecer las cosas que nos suceden son como cuerdas que en algún punto se van anudando. Lo digo porque el argumento de "El sueño del Celta" trata sobre el sometimiento de las potencias contra los lugareños donde repunta alguna riqueza. Así fue con el Congo y en la Amazonía con la explotación del caucho. Resulta que no solamente Iquitos, en el Perú, fue enclave para la alevosía inglesa: la zona más apetecida fue Manaus. Se convirtió en poco tiempo en un conglomerado humano con esa rara mezcla de aldea primitiva con injertos de lo mejor y lo peor europeos. Esto generó una mezcla de lupanares, "favelas," palacetes, pequeños espacios con servicio eléctrico, "cafés" de corte francés... Eduardo Galeano abomina del teatro Amazonas por esa abigarrada suma de arquitecturas que la conforman. Si llegamos a Boa Vista, estaremos a unas cuantas horas de Manaus. Estaría juntándose la cuerda de esta aventura viajera con la de la aventura literaria.

Ismerda tiene razón: tengo que llevar más ropa. De todas maneras, como vamos en un camión, no tendré el trabajo de andar cargando maletas. Diferente sería si el viaje fuese en transporte público.

1 comentario:

  1. A mi hermanazo Rada y otro gran amigo Jorge les deseo todo lo mejor y que cuando se emprenden aventuras como esas el espíritu que llevamos internamente se engrandece con este de experiencias. Me anoto de primero para cuando lleguen y poder compartir todas esas vivencias que nos traeran. Saludos y suerte. Feliz Viaje y Feliz regreso. Jose Luis Morillo

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